¿Habitas en una vivienda sana?

Hablamos con Jordi Martorell, gerente de Geo-Tec, geobiólogo y técnico en radiaciones naturales y artificiales, que nos explica que descubrió la Geobiología debido a una experiencia personal: “Un transformador eléctrico pegado a mi oficina y dormir encima de una corriente de agua subterránea hicieron que mi salud empeorara de manera drástica. Fatiga, electrosensibilidad, sensibilidades alimentarias… eran solo algunos de los síntomas provocados por las radiaciones” explica Jordi.

 

También conversamos con Pilar Piña, Arquitecta Geobióloga y responsable de la empresa EspacioSano.net que nos asegura: “Habitar en un espacio sano es, al igual que la buena alimentación, los hábitos, la genética… imprescindible para gozar de una buena salud, equilibrio y bienestar”.

 

Profundizamos un poco más en la Geobiología y en la labor de Martorell y Piña.

 

W: ¿Qué hace un geobiólogo?

Pilar Piña: La Geobiología es una ciencia interdisciplinar que estudia la relación entre la ‘gea’ -tierra- (las energías procedentes de la tierra) y ‘bios’ -vida- (los seres vivos que la habitan).

Es decir, que la geobiología se ocupa de estudiar la relación existente entre la calidad del espacio vital y la salud de las personas que habitan o frecuentan ese espacio.

Nosotros empezamos trabajando el tema de las radiaciones: unas son las naturales, las que genera la tierra, y las otras son artificiales, generadas por el hombre, que pueden ser de alta o baja frecuencia. Los geobiólogos nos dedicamos a detectar, situarlas, medirlas y ver qué influencia tienen en la salud de las personas. Especialmente, nos fijamos en las zonas donde se pasa mucho tiempo como, por ejemplo, la zona de dormir, de descanso o de trabajo. Analizamos tanto viviendas como oficinas.

 

Jordi Martorell: En el caso de las oficinas, cabe destacar que trabajamos los certificados de Wellness Building Standard, una normativa que valora diversos aspectos que afectan a la salud de los trabajadores, que asegura que éstos tengan una buena salud en el de lugar de trabajo.

 

¿Cómo trabajáis. Qué procedimiento seguís?

PP: Primero, explicamos al cliente a través de una presentación todos los conceptos que mediremos en la vivienda, así como los efectos en la salud que pueden tener y las posibles soluciones que se pueden dar. Es importante recalcar que hay solución para casi todo.

 

JM: A través de nuestros equipos de medición valoramos la contaminación eléctrica, magnética y electromagnética de alta frecuencia que podamos encontrar, así como la contaminación por gas radón en sótanos y plantas bajas.

A continuación, a través de la técnica de la radiestesia buscamos corrientes de agua en el subsuelo, que al igual que las radiaciones artificiales pueden ser muy perjudiciales para la salud.

Si realizamos el estudio en oficinas, medimos también la carga electroestática que hay en el ambiente. Estar expuesto durante mucho tiempo a una alta contaminación electromagnética puede provocar problemas serios de salud como la lipoatrofia semicircular. Muchos edificios de los catalogados como enfermos tienen este tipo de problemas.

También influye mucho en eso que la mayoría de los edificios no tienen una ventilación natural, sino artificial. No hay ventanas y ello genera espacios herméticos, cerrados, que potencian la concentración de iones positivos (más nocivos para la salud) y muchas veces esa carga nos genera más estrés que el propio trabajo.

 

¿Hay factores que pueden empeorar y minimizar esa carga?

JM: Sí, los mismos zapatos pueden empeorar la concentración de iones, ya que la mayoría tienen suela de plástico, y nos quedamos la acumulación de electricidad en el cuerpo.

 

PP: Incluso la forma de vestir, si usamos tejidos poco naturales, también pueden perjudicarnos. Toda la contaminación electromagnética que hayas adquirido tocando un ordenador, una tablet… se mantiene en ti y se somatiza en un estrés nervioso y a la larga puede influir en procesos más graves de salud.

 

¿Qué síntomas nos pueden hacer pensar que nuestra vivienda no tiene buena salud?

JM: Entre los síntomas más comunes para saber que estamos afectados por una geopatía están el nerviosismo, la irritabilidad, la dificultad para dormir, el insomnio… cansancio, cefaleas, migrañas e incluso la infertilidad, ya que la radiación puede afectar al sistema endocrino y también el nervioso.

 

¿Cómo podemos garantizar que la nuestra es una vivienda sana?

PP: Lo primero es realizar un estudio geobiológico, y asegurarnos que los valores obtenidos están dentro de los límites aconsejados por los expertos.

 

JM: Algunos de los aspectos que estudiamos son la iluminación, la calidad del agua, revisamos que los espacios estén libres de radiaciones, sean confortables… que no existan materiales tóxicos en la vivienda, también revisamos la insonorización o la calidad del aire.

 

¿Qué países son referentes en el ámbito de las viviendas sanas? ¿En España, qué nivel de conocimiento hay?

JM: Cómo país referente debemos mirar hacia Suiza, donde la normativa es más exigente y tiene en cuenta los criterios que hemos comentado. Incluso existen “puntos blancos”, poblaciones libres de radiaciones para gente que sufre algún tipo de electrosensibilidad. 

En nuestro país no existe mucho conocimiento sobre este tema y la normativa tampoco es nada exigente. De hecho, como ejemplo en España y otros países se permiten radiaciones de campo magnético de hasta 100.000 nanoteslas, cuando la comunidad científica ha demostrado que estados prolongados expuestos a más de 300 nanoteslas ya es perjudicial. Y es que las normativas estatales se rigen por los efectos térmicos a corto plazo, y no por los efectos de larga duración.

 

¿Cómo veis el futuro? La geobiología poco a poco va llegando a la gente…

PP: Debemos concienciar a la gente de la importancia de los peligros de dormir o trabajar en un sitio con altos niveles de radiación electromagnética. Cuando explicamos, siempre hay alguien que está afectado o que se reconoce en algunos síntomas y nos dicen “no duermo bien, estoy nervioso, me duele la cabeza…”. Muchas personas se han visto reflejadas o conocen a alguien a quien le pasa eso. Necesitamos darlo a conocer, que la gente tome conciencia de la importancia del espacio más allá de lo que se ve.

Nosotros tenemos un equipo de medida para detectar aquello que no es visible pero que se siente. Hay personas más sensibles, otras menos, pero todo el mundo se ve influido por el espacio en el que habita.

 

JM: En diez o veinte años, las personas con algún tipo de geopatía se incrementarán exponencialmente. Debemos empezar a poner las bases para garantizar que la población viva y trabaje en edificios sanos. Una vivienda sana es una mejor salud.   

 

Más información sobre Geotec www.geo-tec.es y sobre EspacioSano  www.espaciosano.net.

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