Empezamos un nuevo año. El 2020 viene cargado de buenas vibraciones y también de propósitos, como el de poner orden en nuestro entorno. ¿Por qué no hacerlo también en nuestra mente? Tener ordenadas nuestras ideas nos permite conocernos mejor y enfocar nuestras energías. Hablamos con Marion Charreau, cartógrafa de ideas, fundadora de MCMaps y coautora del libro Piensa y comunica tus ideas con The storyboard Method. Marion forma parte de una campaña mundial de alfabetización visual. Enseña cómo usar herramientas visuales para reflexionar, organizar y comunicar ideas, aprender y tomar decisiones.
¿Cómo definirías de manera simple lo que es un mapa mental?
MC: Es un dibujo o esquema que realizas con un boli y una hoja de papel y se parece a una neurona. En el centro está tu objetivo del que salen ramificaciones. Sobre las ramas, puedes poner palabras, dibujos, colores, números. Es una herramienta sencilla que te permite combinar funciones muy diversas del cerebro como la lógica y la intuición, el análisis o la imaginación. Un mapa mental es una herramienta viva que conecta o desconecta ideas. Siempre lo puedes reconfigurar. Lo más interesante de hacer un mapa no es el resultado visual que obtienes, sino el proceso que haces hasta llegar a él. Ver el camino de tu razonamiento te ayuda a pensar, a reconfigurarte. Te aporta lucidez y el poder de cambiar tus ideas o acciones.
¿Cómo podemos aplicar el mapa mental en nuestra vida personal?
MC: Te sirve para organizar tu día a día, definir objetivos, optimizar tu tiempo y priorizar tus tareas. Para planificar tus viajes, tus compras, tus proyectos. También son clave para sintetizar información, hacer una introspección, una investigación. Para hablar en público o ayudar a tus hijos en sus estudios. Te pueden ayudar cuando necesitas tomar una decisión importante como la compra de una casa, iniciar un nuevo trabajo. En definitiva, cada vez que necesites pensar…
Sería ir un paso más allá de las clásicas dos listas…
MC: Sí, las listas te hacen pensar de forma lineal. El mapa mental acoge y hace visible el caos de tus ideas para después darles una estructura. Te hace pensar de forma radiante, asociando conceptos, información, emociones. No tienes que hacer las cosas bien o buscar “buenas ideas”. Te permite fluir. Luego, con intención, usas tu cerebro de otra forma: le pides que analice y estructure el contenido. Así obtienes un resultado claro y creativo. El mapa te muestra dónde estás, adónde quieres ir y cómo. Es mucho más práctico que una lista para priorizar acciones.
Suena agradable…
¡Muy agradable! Porque creas unas condiciones favorables para la reflexión. El creador de los mapas mentales, Tony Buzan, solía decir que hacer mapas para pensar es respetar el funcionamiento natural del cerebro. Y efectivamente, se trata de tener una relación ecológica con este órgano. Se trata de ser consciente de lo que nos ayuda cuando reflexionamos, tomamos una decisión, aprendemos, memorizamos. Si tenemos buenos hábitos, nos hará reforzarlos, y si no, podremos cambiarlos.
¿Es mala la incertidumbre?
A mi me encanta…La incertidumbre trae sorpresas, te hace estar alerta, te hace mantenerte siempre aprendiendo, arriesgar, confiar…Eso sí, será más fácil fluir con ella si tu mente sabe cambiar de punto de vista, si mantienes una visión global y si puedes reorganizarte rápido. Los mapas mentales ayudan mucho en este sentido.
Vivimos en una sociedad rápida, poco reflexiva. ¿Estamos perdiendo la capacidad de pensar?
MC: En los cursos que realizo en empresas e instituciones, suelo preguntar a las personas qué habilidades desearían desarrollar u adquirir para que su día a día fuera más fluido o eficaz. Y escucho que cada vez más, desean momentos para la reflexión. Parar para poder pensar, simplemente.
Creo que la velocidad a la que se nos exige ir conjugada con los avances tecnológicos constantes nos dan poco espacio para reflexionar en profundidad. Para seguir el ritmo, el riesgo es que acabemos delegando la función de pensar a nuestras máquinas. Mi deseo es que consigamos recrear o preservar espacios de calidad para usar y desarrollar todos nuestros talentos, lo que nos permite expresar nuestra singularidad y humanidad.
¿Los mapas mentales pueden ser colectivos?
MC: Sí. Es una herramienta que se usa de manera personal, pero también puede construirse de forma grupal en una reunión presencial u online, en un seminario, clase… Se suele ganar en eficacia ya que todas las personas visualizan un mismo objetivo y no lo pierden de vista a medida de que van intercambiando información. Se tienen en cuenta todas las ideas, los que habitualmente no hablan se sienten más motivados. Y sobretodo, la realización del mapa es un trabajo de construcción colectiva. Hace que nos tengamos que escuchar y respetar.
¿Qué mapa nos propones realizar para el inicio de este nuevo año?
Te propongo realizar dos mapas. El primero sirve para evitar la dispersión. Tiene cuatro ramas. Para rellenarlo y tener esta reflexión tienes que preguntarte:
¿Qué quiero guardar de 2019?
¿Qué quiero limitar respecto a 2019?
¿En 2020, a qué quiero renunciar?
¿En 2020, qué proyecto tengo en desarrollo?
El segundo es muy especial para mi ya que se trata de una de las herramientas de The Storyboard Method. Con este mapa, te propongo realizar el mapa de tu público en el 2020. Es decir el mapa de una persona o de un grupo de personas en especial con el que te gustaría conectar porque quieres comunicarle algo importante.
El método de los mapas mentales puede ayudarnos en nuestro día a día. En Withfor creemos en el bienestar que genera el hecho de clarificar nuestras ideas para actuar de acuerdo con nuestros objetivos. Porque si tenemos una armonía interna, ello también acabará repercutiendo en nuestro entorno. Os animamos a hacer vuestros mapas para empezar bien este 2020 y focalizar vuestras energías en aquello que realmente importa. ¡Feliz año!