¿Qué sucede cuando lo que vemos no es lo que parece?, ¿cuántas veces nos han querido vender lo que no era?, y lo más interesante, ¿por qué no es 100% real?
Como pasa en esa famosa foto del menú que “nunca es lo que parece”, en el sector inmobiliario muchas veces se intenta tanto adaptar “la oferta” a “la demanda” que, al igual que el plato en la foto, se exagera o miente la información.
¿Qué desea un vendedor y qué desea un comprador?
El vendedor
- Un precio cuanto más elevado mejor, ¿quién va a quejarse si le dicen que puede obtener por su vivienda 400.000€ en lugar de 390.000€?
- La mejor publicación: el anuncio más llamativo y más interesante para un posible comprador.
- Rapidez: una venta en el corto plazo. Cuánto menos tediosa sea la negociación y los trámites, mejor.
El comprador
- Tiene una idea sobre el inmueble que quiere adquirir: el número de metros, habitaciones, ubicación, etc. Invertirá una cifra de dinero de acuerdo a esa idea.
- El precio más competitivo en la zona.
- Transparencia, poder confiar plenamente en los agentes inmobiliarios responsables de ofrecer el inmueble.
¿Y cuál es el papel del agente inmobiliario?, ¿hasta qué punto puede la inmobiliaria adaptar la oferta?
Un estudio realizado revela que el 80% de los clientes no están dispuestos a comprar en establecimientos y empresas que tienen reseñas negativas. Y esto nos lleva a entender que por más importante que sea “vender más”, hay una premisa fundamental “una venta deshonesta, es pan para hoy y hambre para mañana”, no se puede jugar a vender lo que no es, la confianza es tan frágil como una copa de cristal, prácticamente irreparable.
Lo que nos pasó en Withfor:
Vimos que había algo llamativo en “la foto del menú”.
Tras verificar las publicaciones del mismo inmueble realizadas por distintas inmobiliarias, nos dimos cuenta de que la información variaba de una publicación a otra: m2 diferentes, precios distintos, nº de habitaciones que no coincidían…
Por desgracia hay muchos casos así, en este en concreto no conocíamos al propietario, pero sí al intermediario. Al principio no fue fácil convencer al vendedor de que el precio publicado estaba muy por encima de la media del mercado en esa zona y que la gran cantidad de publicaciones de la misma vivienda hechas por diferentes inmobiliarias con información distinta, terminaría “quemando su vivienda”, estancando la venta por meses o incluso años.
Siguiendo nuestro consejo el propietario envió un documento con la información correcta a todas las inmobiliarias. Ahora la vivienda está publicada a un precio acorde con su ubicación, con información y fotos reales, nada de “falso menú”.
Disfrutamos viendo las imágenes de los platos del menú, pensando que son reales, que esos platos tan suculentos y apetitosos van a estar frente a nosotros en pocos minutos. Pero primero, hay una condición fundamental para asegurarnos de que eso suceda: elegir bien el restaurante.